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¡hola alóh!
palíndromo y capicúa no son una pareja de comediantes de un nuevo reality (como sugiere su fonética a mis oídos) ni unos nuevos amigos de los niños
el diccionario afirma que palíndromo es una palabra o frase que puede ser leída de izquierda a derecha y de derecha a izquierda (ojo)
otros ejemplos son:
“la sal”
“ana”
{en inglés: “madam i’m adam” }
en el terreno de los números en español es llamado capicúa
{cuando un profesional de la voz anuncia en su medio: “12:21” es simplemente capicúa}
palíndromo y capicúa son ocurrencias de letras y números (y algo más)
pero ¿de qué sirve “reconocer” palíndromos y capicúas?
desde lo espiritual, tiene un significado elevado,
[con base en lo escrito en el libro de la formación, sabemos que lo creado y formado es con letras y números (las 22 letras hebreas y las 10 sefirot) de aquí el alto valor de las letras y los números (así como el aprecio por la numerología bíblica) de aquí que todos los poetas, literatos, periodistas, escritores sean unos iniciados de kabaláh en estado potencial, como lo vislumbra jorge luis borges (1899-1986) argentino, escritor, y 30 intereses más] [en otro nivel, todo aquel que use letras y palabras, forma sus mundos]
simplificando: desde lo sublime, desde lo espiritual, palíndromos y capicúas recuerdan un secreto poderoso espiritual del sagrado rabí shimón bar yojay: “…el principio (es) como el final…”
poderosa enseñanza la cual entre inmensos significados nos recuerda nuestro origen espiritual, nuestra tarea y nos permea de la certidumbre que un día vamos a regresar (personal, comunitaria, globalmente)
y al recordarlo hay la invitación a realizarlo (es decir, a transferir de lo potencial a la realidad física)
más claro: invita a regresar a lo espiritual
para aligerar este escrito y aterrizar mi deseo original menciono que estamos a pocas horas del principio del conocido año nuevo judío
¿y qué celebra este año nuevo?
esencialmente la formación de adam (la humanidad)
¡es el cumpleaños de adam! (celebrado en el mes lunar de libra) (es decir: ¡felicidades!)
¿cómo han sugerido las grandes almas de israel celebrar este cumpleaños?
(anulándose ante el Creador) agradeciendo y suplicando por una vida buena, regresando…
(y gracias a estas grandes almas podemos celebrar hoy y decir ¡feliz año nuevo! festejo que involucra a todos ¡gracias!)
este año nuevo es el 5775 (capicúa) y nuevamente tenemos frente a nosotros el recordatorio más sencillo y simple de esta ocurrencia numérica: “…el principio (es) como el final…”
es de gran mérito humano aprovechar esta oportunidad de transferir lo potencial y construir con nuestras palabras y números un mundo mejor, con nuestra boca insuflar la paz siempre anhelada, con nuestras acciones transformar el ego en luz, ascendiendo todos hacia la paz completa
con fe, alegría y amor: ¡un bondadoso y dulce 5775!
jaime kurt
